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Cómo cuidar los piercings durante el verano

Cómo cuidar los piercings durante el verano

Los piercings en verano son un accesorio de moda indispensable. Aportan ese toque especial tanto a los vestidos elegantes como a cualquier combinación relajada de vaqueros y blusa. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cosas a la hora de cuidar los piercings, sobre todo en verano: El sol, el calor y el agua del mar pueden dañar el piercing. 

En Adamina, somos especialistas en todo lo relacionado sobre los piercings, pendientes y charms. Por eso, a continuación te ofrecemos nuestros mejores consejos sobre cómo cuidar un piercing en verano

Los mejores consejos de Adamina sobre cómo cuidar un piercing en verano

Un piercing nuevo debe cuidarse siempre bien para que cicatrice correctamente y no se inflame. E incluso una vez finalizado el proceso de cicatrización, debes revisarlo con regularidad para no tener mayores complicaciones más tarde. Además, hay que tener en cuenta una serie de indicaciones a cumplir, sobre todo en verano.

Higiene y limpieza

En general, deberías evitar tocar o mover el piercing, pero si lo haces, es esencial que te hayas lavado bien las manos antes. Utiliza jabón y agua. Asimismo, al igual que tus manos, también debes limpiar tus piercings. 

Es recomendable hacerlo dos veces al día como mínimo. Para el proceso de limpieza puedes usar una solución salina como el suero fisiológico o un limpiador especial que se puede comprar en el perforador. Asegúrate de secarlo muy bien después. ¡No uses peróxido de hidrógeno o alcohol! Es posible que irriten tu piel. 

Los piercings y el agua

Es importante mantener la zona alrededor de tu piercing seca y limpia, sobre todo si acabas de bañarte. En este caso, seca bien la zona con cuidado, usando una toalla limpia y seca para prevenir infecciones. 

Además, si te acabas de hacer un piercing nuevo o tu piercing está en proceso de cicatrización, debes evitar el agua de piscinas y del mar. El cloro y la sal pueden irritar la zona. La arena también puede causar infecciones, por lo que es aconsejable esperar a que el piercing se haya curado completamente antes de planificar tu visita a la playa. 

Protección solar

Es esencial tener en cuenta que es probable que la zona alrededor de tu piercing sea sensible a los rayos ultravioleta. Por eso, es imprescindible protegerla contra el sol. Si tu piercing ya está cicatrizado, puedes aplicar un protector solar. Asegúrate de que no contiene sustancias irritantes o perfumadas. 

Si se trata de un piercing nuevo que todavía está en el proceso de curación, no debes echar ni crema solar ni otros cosméticos a la zona, ya que puede provocar irritaciones. Sin embargo, es crucial evitar la exposición a la luz solar directa. Intenta cubrir la zona alrededor de tu piercing con prendas de ropa o un sombrero, por ejemplo.

Manejar el calor y el sudor

El cuidado de los piercings en verano puede ser complicado, ya que hay que manejar el calor y el sudor. En este contexto, es recomendable ponerse ropa ligera y transpirable que no solo evita la fricción, sino que también permite la circulación de aire en la zona alrededor del piercing. De esta manera, puedes evitar que se irrite o infecte el piercing.

Además, aunque sudes, es esencial mantener la zona alrededor de tu piercing lo más seca posible. Si sudas mucho, duchate con mayor frecuencia, y asegúrate de limpiar la zona de vez en cuando con una solución salina. El sudor puede acumular bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones o irritaciones. 

Si tienes dudas, consulta a un profesional

A pesar de todos los cuidados y precauciones, los piercings pueden infectarse. Asegúrate de seguir las instrucciones de tu perforador y pregúntale si algo no está claro. También debes revisar periódicamente los piercings para ver si se han inflamado, enrojecido o supuran secreciones. Si notas algún cambio o síntoma extraño, es aconsejable que consultes a un profesional sanitario.

Cómo cuidar un piercing en verano

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