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Trucos: cómo limpiar el oro para recuperar su brillo del primer día

¿Notas que, con el paso del tiempo, tus joyas de oro van perdiendo brillo? Es normal. El contacto con la piel, el jabón, los perfumes… va apagando poco a poco su viveza natural. ¿Sabes cómo limpiar el oro para que vuelva a brillar? 

Es muy fácil mantener limpias tus joyas de oro. Con unos cuidados básicos (y caseros) puedes devolverles la vida y hacer que vuelvan a estar radiantes como el primer día.

A continuación te cuento cómo hacerlo.

 

Por qué tienes que limpiar tus joyas de oro para conservarlas brillantes

¿Piensas que el oro se oscurece porque se estropea? No, ni mucho menos. Si desde su antigüedad ha sido un mineral venerado por todas las civilizaciones, por algo será. 

El oro ni se oxida ni pierde propiedades. Por eso es tan duradero. Tampoco le afectan los cambios de temperatura ni de humedad y mantiene sus cualidades originales a lo largo del tiempo.

Otra cosa es que pueda rallarse. El oro es un mineral maleable y dúctil. De hecho no se suele utilizar en joyería oro puro o de 24 kilates porque es demasiado blando. 

Son más habituales las aleaciones con ciertos metales para que le añadan un poco de dureza. De ahí que a veces hablemos de oro amarillo, oro blanco u oro rosa.

Te cuento esto porque, según el tipo de oro de tus joyas, puedes notar que con el tiempo acumulan algunas marcas de uso. Y quizá te parezca que luce algo menos.

No tiene por qué ser así. Y tampoco significa que la joya sea de mala calidad. Es simplemente la “personalidad” del mineral. Si consideras que se ha rallado demasiado, en ese caso la única solución es que se lo lleves a un profesional para que lo restaure.

Lo que sí está en tu mano es cuidar las joyas de oro y darles de vez en cuando un mantenimiento casero.

Con una limpieza suave se puede restaurar el brillo original, que en realidad nunca se ha perdido.

¿Cómo? Te cuento:

 

Lo más fácil del mundo: agua y jabón

Simplemente, pon un poco del lavavajillas del que tienes en casa en un recipiente con agua templada. En algunos sitios recomiendan que sea agua con gas (baja en sodio). No sobra, pero en mi experiencia el agua del grifo filtrada es más que suficiente. 

Introduce la joya y déjala un tiempo, una hora como máximo. Deja que el desengrasante del jabón y las burbujas del gas, hagan su trabajo. 

Luego retira la joya, aclárala bien para suprimir los restos de jabón y sécala con un paño limpio de algodón (siempre utiliza tela y no rollo de papel).

Frótala suavemente para recuperar el brillo. 

En algunos lugares verás que aconsejan poner la joya en agua hirviendo. Solo te lo recomendaría si estás segura de que es un oro de calidad y no lleva ninguna piedra engarzada que se pueda dañar. 

Si no lo tienes claro, es mejor que no lo hagas y repitas un par de veces el tratamiento anterior.

En el caso de que tus joyas tengan perlas o piedras, utiliza un cepillo muy suave, de cerdas naturales, para frotar con suavidad, sin ejercer demasiada presión. 

Ten en cuenta que tanto la fricción como el calor pueden dañar los cierres o aflojar la sujeción de las piedras engarzadas.

Y eso es todo. Más fácil, imposible.

Es cierto que existen productos específicos que puedes comprar online. Y también otros trucos caseros utilizando vinagre, limón, bicarbonato o incluso pasta de dientes. 

Para mí, esta fórmula que te he contado es la mejor forma de limpiar anillos, pendientes o cadenas de oro en casa. Lo más sencillo y rápido, y también lo más seguro para que las joyas no se dañen por accidente.

 

Qué tienes que evitar evitar para lograr que tus joyas de oro se mantengan impecables

Aparte de limpiar el oro cuando sea necesario, también es importante evitar que se ensucie en la medida de lo posible.

Es fácil, manteniendo unos hábitos sencillos para que no se oscurezca. 

Ten en cuenta que, en nuestra vida cotidiana, utilizamos muchas sustancias que pueden acabar entrando en contacto con las joyas que nos ponemos: el jabón de manos o el gel de ducha, cremas corporales, productos de cosmética y maquillaje, perfumes…

El uso diario de todos esos productos va recubriendo la joya de una capa de suciedad que acaba opacando el brillo, por eso es recomendable quitarse las joyas antes de la ducha, de lavarse las manos o de realizar tareas de limpieza en casa.

Incluso el mismo contacto con el PH de la piel acaba afectando la apariencia de las joyas de oro. Y ya no te hablo del sudor (¡no se te ocurra ir a hacer deporte con anillos o collares!).

Además, el oro es muy sensible al cloro, por lo que debes acordarte de dejar todas tus joyas guardadas si vas a la piscina.

Tampoco la playa es lugar para las joyas. El roce con la arena puede rallarlas y no es bueno que la sal se acumule en las hendiduras de broches o cierres.

También me gustaría que echases un vistazo a estos 5 consejos para limpiar la plata y mantener tus joyas perfectas durante años.

Con estos consejos, siempre tendrás tus joyas de oro con el mejor aspecto posible. ¿Tienes tú algún truco más? Cuéntanoslo para que tomemos nota y cuidemos nuestras joyas como se merecen.

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