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Earcuff: ¿Tendencia? No, un clásico adaptado

Todavía hay alguna persona a la que, cuando le hablo de earcuffs, me miran con cara de “what?”. Y cuando les muestro de qué hablamos, entonces sí: “¡Los conozco! ¡¡Y me encantan!!”.

Pero, afortunadamente, ya van siendo menos. La mayoría ya tiene muy claro qué son los earcuffs y, sobre todo, que son lo que se necesita para redondear un earlook. 

Hoy vengo a decirte que, si aún no eres una fan total de los earcuffs, estás a tiempo de sumarte. 

Y si ya lo eres, verás qué recomendaciones más interesantes te dejo un poco más abajo. ¿Te apetece verlas?

 

¿Los earcuffs son novedad? ¡No! Un clásico adaptado

No es un nuevo tipo de pendiente. Los earcuffs de hoy son una versión moderna de un adorno antiguo para colocar en el lóbulo de la oreja. 

Se dice que el primero data del año 2000 a. C. Era un tipo de pendiente llamado Kaffa, diseñado para colocarse abrazando el borde exterior de la oreja. 

La Kaffa podía fabricarse con cualquier material. Desde el latón hasta los metales preciosos, con piedras y perlas, para mujeres de clase alta y dinero para pagarle a los orfebres.

Algunos diseños eran tan complejos que ascendían por la oreja hasta el nacimiento del pelo. Pura fantasía.

A lo largo de la historia ha habido distintas versiones de la Kaffa, ya que desde el principio fue un tipo de ornamento muy práctico. 

Afortunadamente no se perdió con el paso de los siglos. Gracias a eso hoy podemos disfrutarlos.  

 

Tendencia global: earcuffs, imaginación hasta en las orejas

Llegados al siglo XX, un joyero francés llamado Marcel Boucher se fija en ese pendiente antiguo, le da una forma más fina y lo populariza entre las mujeres francesas.

Además, crea su propia versión: los earrite earrings, un pendiente que se enganchaba como un clip, desde la parte superior de la oreja hasta al lóbulo, de forma invisible.

Luego da el salto a Nueva York y de ahí llega hasta ti. Porque seguro que tienes algún earcuff junto a tus pendientes, ¿verdad?

Seguro que te has fijado muchas veces en lo curradísimos que están los earlooks de las influencers del mundo de la moda. Hay composiciones espectaculares. 

Además, es tendencia top prestar atención a las orejas y darles el lugar que merecen. Para empezar, retirando el pelo para que se pueda apreciar todo el cuidado que ponemos en mejorar nuestro look.

Porque las posibilidades que te dan los earcuffs son… infinitas. Sobre todo por un pequeño gran detalle: no necesitas perforar la oreja para ponértelos.

Son pendientes que se colocan sobre el cartílago y se ajustan con una ligera presión. Más fácil, imposible. Así que si no te gustan los piercing o prefieres no hacerte más de los que ya tienes, esta es tu solución para seguir disfrutando de lo último en joyería.

Puedes ponerte los que quieras y como quieras. Uno o varios. Sencillos o combinados… Los earcuffs no tienen normas. Solo tienes que plantarte delante del espejo e inspirarte. ¿Qué te apetece ponerte para hoy?

 

Y hoy ¿por qué nos enamoramos de los earcuffs?

Lo mejor es esto: No piercing required! Como te dije, esa es su principal ventaja y lo que les hace tan interesantes y tan versátiles.

Tuvieron un momento de auge en el siglo XX, cuando en las décadas de los 80 y 90 llevar las orejas adornadas con joyería de todo tipo, con o sin piercing, se convirtió en imagen de la rebelión. Y si no, solo hay que recordar el movimiento punk y su devoción por las orejas llenas de metal.

Hoy tenemos opciones actualizadas. Tienes un montón de earcuffs para elegir, y el resto ya queda de mano de tu inspiración para combinar pendientes distintos. Desde los aros más sencillos, hasta pendientes que ascienden por el lóbulo de la oreja con formas muy imaginativas. 

Te dejo algunas sugerencias.

Puedes colocarte un aro sencillo, como estos earcuff Punk Gold. Y de ahí, siempre se puede ir a más.

¿Qué tal un pendiente doble, qué te parecen los gemelos Twin Gold?

 

 Para colocarlos solo tienes que abrir un poco la pieza. Sutilmente y si es necesario para colocarla en la oreja. A veces, ni eso. Basta con que te la pongas en la parte más fina de la  oreja y luego la deslices hasta que quede en el lugar exacto, donde te guste más.

Si te encuentras cómoda, te animo a que pruebes más. Estoy segura de que los aretes triples también te van a gustar, como los earcuff Barroco Gold. Y una versión de earcuff para la parte más fina de tu oreja, los Hari Gold, muy fáciles de combinar con otros modelos.

 

Otra de las maravillas de los earcuffs es que son muy ligeros, lo que permite diseños más complejos. Los earcuff Ivy Flower son una fantasía. O si prefieres una versión más sencilla, tienes los earcuff Ivi Balls.

Aquellas que tengáis el lóbulo de la oreja perforado, podéis probar también la combinación de earcuff más pendiente, unidos por una pequeña cadenita.

Me refiero a algo como el modelo Hari Chain Star Duo Gold y otros similares.

Te recuerdo que tienes también disponible la versión silver de todos los modelos y te recomiendo que les eches un vistazo.

Consejo final: prueba. Inspírate. Combina. Lo mejor es que te sueltes y salgas a la calle con lo que más te guste.

Y cuéntame cómo te sientes con tus earcuff. ¿Te animas?

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