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Qué es el movimiento realfooding y por qué me apunto a la “comida de verdad”

Qué es el movimiento realfooding y por qué me apunto a la “comida de verdad”

¿Sabes lo que te cambia la vida cuando dejas de comer alimentos procesados? Hace ya tiempo que empecé a introducir variaciones en mi alimentación para hacerla cada vez más saludable. Es así como conocí el realfooding y empecé a aplicar progresivamente sus recomendaciones en el día a día. 

Y cómo se nota. El cuerpo es muy agradecido y enseguida empieza a transmitirse señales positivas. Además, sé que estoy cuidando mi salud y creando mejores hábitos que me beneficiarán a largo plazo.

Por eso hoy te quiero contar qué es el realfooding y por qué deberías prestarle atención.

 

Comida real: qué es el realfooding y cuáles son sus beneficios

Más que una forma de comer, yo creo que el realfooding es un estilo de vida, pero para empezar por el principio lo justo es que te cuente cómo empezó a hablarse de este concepto y quién fue el que acuñó el término.

El nutricionista Carlos Ríos es el generador del movimiento realfooding. Empezó en las redes sociales y fue tomando forma hasta crear en torno a él una comunidad enorme, buscando mejorar su alimentación con comida real. Es decir, lo menos procesada posible. 

 

 

Date cuenta de que existe una enorme presión por parte de la industria alimentaria para que consumamos alimentos ultraprocesados. Publicidad, ofertas, informes pagados por multinacionales, etc. 

La idea es tratar de salir de todo ese bombardeo y distinguir unos alimentos de otros. Así, podremos aprender a alimentarnos con productos saludables, distinguiendo entre los ultraprocesados, los procesados y los alimentos reales. 

Por ejemplo, mira si sabes responder a estas preguntas:

  • ¿Unas galletas de avena y sin azúcar son comida real? 
  • ¿Y el atún enlatado, el aceite de oliva o las verduras congeladas?
  • ¿Son realfooding los productos dietéticos?

Si has dudado en alguna, no pasa nada. Quiere decir que puedes aprender más sobre alimentación saludable.

Sé que muchas personas pensarán que no es para tanto, o que resulta un poco extremista descartar algunos alimentos. Yo solo comparto mis descubrimientos contigo para que te quedes con lo que consideres positivo y puedas ir tomando mejores decisiones y cuidar mejor tu salud.

Para mí, va ligado a otros cambios de actitud muy necesarios, como por ejemplo hacer estos 5 cambios zero waste para empezar a eliminar residuos.

Estos son los 3 beneficios del realfooding que más he notado

Seguro que cada persona podría contarte cosas diferentes sobre los cambios que ha notado a medida que ha ido cambiando su modelo de alimentación, así que esta es solo mi experiencia desde que he empezado a consumir comida real. 

 

1. Tengo menos hambre

Eso es porque he aumentado bastante la cantidad de fibra que consumo. Además, se nota mucho que el apetito se controla mejor al aumentar la cantidad de verduras en la dieta, ya que son muy saciantes.

 

2. Tengo mucha energía y hago mejores digestiones

Empiezo el día con un buen desayuno y, a partir de esa inyección de vitalidad, el día ya va sobre ruedas. Noto que me encuentro mejor y más ligera.

¿Qué te parece este desayuno? ¡Te aseguro que es muy saciante!

 

3. Noto menos “adicción” al dulce

Al potenciar los sabores naturales y reducir o eliminar progresivamente el azúcar añadido de la dieta, se perciben con más intensidad los alimentos. 

Se llega al punto de no necesitar ese dulzor extra en el café de la mañana o que algunos postres resulten excesivamente empalagosos.

Además de estos 3 beneficios clarísimos, sé que mi salud está más cuidada y que estoy trabajando para prevenir posibles enfermedades en el futuro, como hipertensión o diabetes, muy ligadas a la alimentación. 

Esta quizá la parte más importante del realfooding, pero se nota en el largo plazo.

 

El realfooding me convence, pero sin extremismos

¿Soy una realfooder? La respuesta es… más o menos. Pienso que lo que realmente cuenta para mejorar la salud es lo que hago en mis rutinas diarias. Los hábitos son lo importante.

Por tanto, no me preocupo si un día tengo un plan diferente y como algo que se sale de mi estilo de alimentación.

Es decir, que no pasa nada si un día me como una hamburguesa o un precocinado. O pido un delivery de alta cocina a domicilio (uno de mis placeres secretos). Sé que no cuenta, porque el resto de los días mi alimentación es saludable y se basa en comida real.

Pienso que lo equilibrado es diferenciar las rutinas de las ocasiones especiales o los excesos ocasionales. No pasa nada y creo que ninguna de nosotras se debe agobiar por eso si el resto del tiempo está tomando buenas decisiones para su salud.

¿No crees tú lo mismo? Cuéntame cómo lo llevas tú, si te permites excepciones y cómo llevas tu alimentación el resto del tiempo. ¡No sabes cuánto me gusta saber qué decisiones crees que son las mejores para ti!